Volar con sentido: la mágica experiencia aérea de nuestros jóvenes

El pasado 4 de enero los beneficiarios de Casa Camino pudieron ver Santiago desde otra perspectiva, luego de ser parte de una jornada en que el Club de Planeadores de Vitacura les regaló una mañana inolvidable.

Cuando el teléfono de nuestra fundación sonó y del otro lado estaban los amigos del Club de Planeadores de Vitacura, no lo dudamos ni un segundo y con gusto aceptamos su invitación, la que consistía en nada más y nada menos que una jornada dedicada a los jóvenes con cáncer que acogemos en Casa Camino, para que tuvieran la experiencia de ver Santiago desde al aire. 

La emoción que recorrió a nuestros jóvenes oncológicos al saber que tenían esto en el horizonte fue enorme, toda vez que muchos de ellos nunca se habían subido a un avión.

Así fue como la mañana del 4 de enero llegamos hasta el aeródromo ubicado en Vitacura para ser parte de #CóndoresDelManquehue, una actividad que contó con el aporte de Starbucks Chile y el apoyo de la municipalidad de dicha comuna, quienes se pusieron con el bus de acercamiento.

Pero ellos no fueron los únicos en ser parte de esta hermosa mañana, porque alguien tenía que pilotar las aeronaves, que estuvieron bajo la responsabilidad -y buena disposición- de los socios y pilotos del club, parte de los que durante el año permanentemente están regalando su tiempo para hacer este tipo de regalos.

Y así, siete pilotos fueron los encargados de hacer el paseo para cada uno de nuestros jóvenes, los que fueron acompañados por sus madres o padres en esta ocasión y quienes pudieron disfrutar de una vista única de Santiago desde el aire.

¿El momento favorito de la jornada? Casi todos los participantes coinciden en que despegue y aterrizaje.

Una vez más queremos agradecer el enorme gesto del Club de Planeadores de Vitacura. Nuestros jóvenes nunca olvidarán esta experiencia.