Una nota del diario La Tercera da cuenta de que debido a las diferencias geográficas del país, los factores de riesgo para la enfermedad oncológica son diversos, con realidades disímiles en el territorio nacional. Antofagasta, el Maule y La Araucanía tienen marcados tipos de cáncer.
Desde 2019 el cáncer se transformó en la primera causa de muerte en Chile. Y aunque afecta a una buena parte de la población, la enfermedad no se vive de igual forma en todo el país. Así se señala en una nota de La Tercera titulada ‘El mapa del cáncer en Chile: cómo ataca según cada región’, donde se explica que la diversidad geográfica da pie a diversos factores de riesgo, por lo que enfermedad y tratamiento no se enfrentan de igual manera.
“Como Chile es tan largo, tiene tantas latitudes, distintos factores de riesgos y diferentes genomas, el riesgo de enfermarse de cáncer no es igual en todo el país. Por ejemplo, en Antofagasta el cáncer pulmonar es mucho más frecuente que en otros lugares de Chile”, sostuvo al medio el oncólogo Bruno Nervi, jefe del Programa de Cáncer de la UC y director del Centro de Prevención y Control de Cáncer (Cecan).
En tal sentido, la nota detalla que en tres regiones -Antofagasta, el Maule y La Araucanía- hay un marcado tipo de cáncer.
En el primero de los casos y de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, hasta 2018 la tasa de incidencia de cáncer pulmonar es de 22,5 casos por 100.000 habitantes a nivel nacional. Pero en Antofagasta, en el caso de los hombres, esta cifra asciende a 62,5. Esto, según la radióloga del Hospital de Antofagasta e investigadora asociada del Cecan, Carolina Velásquez, señaló que el arsénico presente en la zona es el factor de incidencia. «Desde 1950 hasta 1978 hubo una cantidad importante de población expuesta a este mineral por consumo del agua, pues provenía de las napas. Esta es la causa que explica por qué tanta gente de Antofagasta tiene esta enfermedad», dijo. Asimismo, la especialista relató que hay otros factores que se están estudiando, como aquellos relacionados con la actividad minera y la producción del cobre en la zona.
Por otro lado, los fallecimientos en la región tienen una diferencia importante con el resto del país. Según el informe de Vigilancia Epidemiológica de Cáncer del Minsal, la tasa de mortalidad para el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón entre los años 2009 y 2018 fue de 13,4 muertes cada 100 mil habitantes a nivel nacional, mientras que en Antofagasta esta cifra asciende a 31,2 casos por cada 100 mil habitantes.
Así, la doctora Velásquez explicó la diferencia que hay entre la nortina región y el resto del país en cuanto a diagnóstico y tratamiento: “El 60% de los pacientes que llegan al Centro Oncológico de Antofagasta lo hace en etapa cuatro, la más avanzada. Si lo comparo con el Instituto Nacional del Tórax, que también atiende población Fonasa, pero en Santiago, el 45% llega con un cáncer así de avanzado. En el sector privado, en la Clínica Santa María, por ejemplo, 45% llega en etapa uno y sólo 30% llega en la cuatro”.
En el Maule, en tanto, el cáncer gástrico es el más frecuente. De acuerdo con los datos del Minsal, la Séptima Región tiene la incidencia de cáncer gástrico más alta en Chile, pues en la zona se registran 46,3 casos cada 100 mil habitantes, casi seis veces más que el promedio nacional, de 8,2.
La diabetóloga e investigadora de la Universidad Católica del Maule, Laura Huidobro, explicó a La Tercera que una de las principales causas de este cáncer es la bacteria Helicobacter pylori. «No es que la bacteria la tenga hoy y el próximo mes me diagnostiquen cáncer, son años de permanencia, donde la mucosa del estómago va cambiando hasta que aparece el cáncer».
Pero, ¿qué relación hay entre la enfermedad y la zona? «Los estudios internacionales dicen que muchas etnias, como la maori o la mapuche, tienen más riesgo de tener cáncer gástrico. Sin embargo, en estudios locales sólo hemos podido encontrar que las mujeres con marcadores de ancestría mapuche tienen más riesgo. Igual hay un factor genético, porque cuando hay un cáncer gástrico, 15% de esas personas tienen un familiar mapuche. Todo indica que la genética influye», aseveró la especialista.
En esa región, al igual que en Antofagasta, hay problemas de oportunidades. «Tenemos pocos endoscopistas, que son los especialistas que pueden hacer el diagnóstico. Entonces la lista de espera en nuestra región es larga. En el sector público tenemos muchas personas que esperan años por una endoscopía y ese tiempo es suficiente para que una inflamación gástrica evolucione hasta convertirse en cáncer», expuso Huidobro. De acuerdo a los informes, entre 2009 y 2018 se registraron 14,6 muertes a causa del cáncer gástrico por cada 100 mil habitantes en Chile, cifra que asciende a 18,3 en el Maule.
Más hacia el sur, específicamente en La Araucanía, es el cáncer de vesícula el más común de todos, acorde a la publicación: entre 2009 y 2018 se registraron 9,6 muertes cada 100 mil habitantes en la región, casi cuatro decesos más que el promedio nacional de seis.
Sobre las causas, el facultativo del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco y académico de la U. de la Frontera, Juan Carlos Araya, aseguró que son desconocidas, pero que «uno de los factores de riesgo más importantes es la presencia de cálculos en la vesícula. Y es frecuente en mujeres, porque tienen más posibilidades de tener cálculos. Hay también otros factores más ambientales o condicionantes poblacionales de pobreza. Eso sí, un punto importante es que el tumor es más frecuente en personas con ancestros mapuches».