¡Hasta que llegó el día!: Así fue nuestra primera reunión presencial de voluntarios

La pandemia había evitado poder reunir a todos quienes desinteresadamente se han transformado en estrechos y habituales colaboradores de la comunidad Fundación Camino, pero el pasado 14 de marzo finalmente pudimos juntarlos a todos en nuestra casa de acogida.

«Por culpa de la pandemia tuvimos durante casi dos años voluntarios puertas afuera, pero ahora que ya tenemos más libertades, la casa está más abierta para los voluntarios, para que puedan venir a acompañar a las familias, hacer actividades o lo que a cada uno le nazca poder entregar desde el corazón».

Quien habla es Anita Restrepo, encargada de voluntarios de Fundación Camino y bien resume lo que durante dos años fueron voluntariados a la distancia, tal como casi todas las actividades que en Chile y el mundo se desarrollaron a causa del Covid-19.

La crisis sanitaria, sin embargo, comenzó a retroceder y con ello las opciones de ver presencialmente a nuestros colaboradores se hizo posible poco a poco. Y ahora, una vez terminado el verano, por fin pudimos reunir a todos quienes se han transformado desinteresadamente en colaboradores estables de la comunidad de Casa Camino.

«Tuvimos nuestra primera reunión formal en Casa Camino. Nos habíamos juntado informalmente en la casa de alguno de ellos o algo así. Ahora que no estamos restringidos por la pandemia quisimos juntar al grupo, era necesario», explica Anita, quien agrega que la idea era presentarles in situ la casa de acogida y a quienes la componen, porque además en este último tiempo se habían sumado nuevos voluntarios.

A ellos se les contó cómo nació nuestra organización, que la Verito Monge es la inspiración, pero también les detallamos el día a día de la casa, el perfil de los jóvenes oncológicos a los que recibimos, así como el de sus familias e intereses, para que entendieran cómo funciona todo y quiénes son las personas que viven en Casa Camino para afinar actividades, acompañarlos y saber de primera mano de sus necesidades. «La idea es ver en detalle cómo podemos apoyarlos como voluntarios», dice Anita. 

Como fundación esperamos que esta primera reunión de voluntarios sea un aliciente para todos aquellos que se quieren seguir sumando a este espacio. Las opciones para colaborar son tan amplias como la imaginación de cada uno.